Cambios en dependencia
No seré yo quien contradiga a Ana Mato cuando
afirma que es necesaria la reforma de la ley de dependencia; una norma
que, según la ministra, «se hizo sin prever sus consecuencias, de manera
precipitada y un poco demagógica».
Lo mismo consideraba alguno de los
fontaneros que estuvieron tras el texto; y avisaron, sin éxito, a Jesús
Caldera, a la sazón ministro del ramo.
Para muestra, un botón: el Libro
blanco de la dependencia, sobre el que se elaboró la ley, para el 2015
preveía un total de 1.373.248 personas dependientes en los tres grados
de dependencia; el 1 de mayo último ya había reconocidas 1.516.324
personas dependientes solo en los dos grados actualmente con derecho a
prestación, de las cuales recibían efectivamente la prestación
1.033.776.
¿Y qué me dicen de los famosos coches del vicepresidente Anxo
Quintana con el eslogan «in?dependencia»? (sí, el mismo señor que ahora
anda por Brasil gestionando fondos de inversión de su familia).
Ahora bien, habría que recordarle a Ana Mato que
el PP apoyó con su voto esta ley? Y le digo también que un desayuno
informativo no es el mejor sitio para hacer afirmaciones tan serias
(¿para qué queremos el Parlamento?).
Tampoco julio y un real decreto me
parecen ni el momento ni la forma para reformar un texto normativo en el
que tantos españoles -fiándose de sus políticos- habían puesto sus
confianzas. Creo que el asunto bien merece otras maneras.
Fuente : lavozdegalicia.es/noticia/opinion
No hay comentarios:
Publicar un comentario