Tirón de orejas de la Junta al Consistorio
La consejera de Bienestar Social, Micaela Navarro, dio ayer un severo tirón de orejas al Ayuntamiento al exigir que pague "cuanto antes" a la concesionaria que presta el servicio de ayuda a domicilio (Acasa), ahora incluido dentro de la Ley de Dependencia.
Ante las protestas y los paros iniciados por la plantilla de Acasa, a la que se le deben los retrasos de 2009, la nómina de abril y también la de diciembre, Navarro dijo a los periodistas -en presencia de la alcaldesa, Pilar Sánchez- que a partir de ahora la Junta cambia el procedimiento del pago para obligar a los ayuntamientos a que certifiquen mensualmente el dinero que su consejería destina para este servicio municipal.
Hasta el punto que serán el interventor o el tesorero quienes tengan que garantizar, en el caso de Jerez, que el Ayuntamiento está al día de los pagos con Acasa para que la empresa pueda pagar a su personal.
El Ayuntamiento que no esté al corriente, "evidentemente", dijo, no cobrará el siguiente semestre. Y la consejera fue más allá al resaltar que el Gobierno andaluz financia "al completo" una prestación que "no supone coste alguno" para los ayuntamientos.
Así, dejó entrever que no se explica que el Ayuntamiento de Jerez se retrase en los pagos a la empresa. También el secretario general de CCOO, Francisco Carbonero, acusó al gobierno local de "discriminar" a las concesionarias cuyas plantillas están integradas por mujeres en su mayoría.
Carbonero subrayó que esta actitud choca de plano con las políticas de Igualdad que defiende el PSOE, y aunque no hay que pasar por alto la campaña para las elecciones sindicales que se celebrarán el próximo 26 de enero en el Ayuntamiento, lo cierto es que puso el dedo en la llaga con sus denuncias. Lo lamentable es que desde la delegación de Bienestar Social, en lugar de achacar los retrasos a la crisis, lo que puede entenderse, y prometer propósito de enmienda, aún nadie ha dado la cara frente a la plantilla.
Es más, el delegado José Manuel Jiménez, por su actitud, no parece ser consciente de la magnitud del problema por el que atraviesa el personal y las personas que dependen de sus atenciones. Igual la consejera le hace entrar en razón o igual sigue negando la realidad, lo último que un político puede permitirse.
Fuente : diariodejerez.es
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