sábado, 22 de enero de 2011

PAMPLONA - LE REBAJAN LA DEPENDENCIA Y LE QUITAN LA AYUDA

Denuncia que a su madre le rebajan la dependencia y le quitan una ayuda

La vecina de Pamplona Begoña Garísoain Saldías cuida a su madre y su tía en casa, ambas delicadas

A su madre le dieron la dependencia severa tipo 1 en 2008 y en el 2010, tras una revisión, se le redujo a moderada tipo 1

La vecina de Pamplona, Begoña Garísoain Saldías, de 45 años, cuida a dos personas dependientes: su madre, de 86 años, y su tía, de 88. Las tres viven actualmente en el domicilio de la tía. Desde el pasado mes de junio Begoña Garísoain, que asegura dedicarles prácticamente las 24 horas de día, lleva a cabo una batalla personal por lo que considera una "injusticia".

Y es que a su madre, que en el 2008 fue valorada con el grado de dependiente severo tipo 1, tras una revisión en el citado mes, le rebajaron el grado al de moderado tipo 1 y como consecuencia también le quitaron la ayuda para cuidado en el hogar que cobraba, de 400 euros mensuales, desde hacía dos años.

La hija considera que los argumentos que alegan los técnicos de la Agencia Navarra para la Dependencia (Andep) son "inciertos" y cree que el estado de su madre ha empeorado en este tiempo por lo que no entiende cómo puede ser ahora menos dependiente.

De hecho, afirma que la descripción que se hace en la resolución oficial que desestima el recurso que presentó contra la decisión tomada por Asuntos Sociales "no se corresponde con la realidad" que ella vive "día a día".

"Yo tomé la decisión en su día de cuidarlas y no me arrepiento", asegura. "Tengo con ellas un contrato indefinido y un salario emocional muy alto y no las voy a dejar mientras tenga salud", añade. Y así lo hace, cuenta, desde hace diez años. Además, cuidó también al marido de su tía, enfermo de parkinson y con demencia senil, hasta que éste falleció.

"Y todo ello sin ninguna ayuda por parte de la Administración", aclara. Eso sí, al menos ha contado con el apoyo de familiares, amigos y vecinos. Por ejemplo, para poder trabajar y ganar algo de dinero, ya que dedica dos horas y media diarias de lunes a viernes a limpiar una oficina.

Cuidando cada día


Según explica, cada día asea, levanta y acuesta, ayuda con la comida y la medicación y un largo etcétera, a las "abuelas", como ella las llama. Además, a su madre le ayuda también con el oxígeno que requiere de vez en cuando por problemas respiratorios y por la noche, a colocarse un aparato llamado "bipap", ya que sufre problemas de sueño, como apnea. Ambas mujeres, explica, tampoco pueden cocinar por sí mismas y necesitan apoyo para ducharse y para salir a la calle.

En julio de 2008 los técnicos de la Andep, tras visitar a su madre en casa y estudiar los informes médicos, le concedieron el grado de dependencia severo tipo 1. Con ello pudo optar a una ayuda económica para cuidado familiar de 400 euros mensuales.

Durante dos años todo fue bien, hasta que en junio de 2010 dos técnicos acudieron de nuevo a su domicilio para una revisión. Al mes siguiente, y sin previo aviso, dejaron de abonarle la ayuda económica. Fue a la Andep a preguntar qué pasaba. "Me pidieron disculpas y comentaron que seguramente era un error", afirma.

En agosto de 2010 presentó mediante instancia en el Registro de Asuntos Sociales un recurso contra la resolución que concedía a su madre en esta ocasión una dependencia moderada 1 y como consecuencia dejaban de abonarle la ayuda -ya que en dicho grado no existe ese derecho-.

En diciembre de 2010 le llegó a casa una carta en la que la institución pública se ratificaba en su decisión y alegaba una serie de circunstancias sobre la situación de su madre que ella considera "inciertas" además de "incoherentes". Por ejemplo, en el documento se dice que "es casi autónoma para ducharse", al tiempo que se reconoce que necesita apoyo para tomar la medicación.

También se señala el hecho de que ahora, en el nuevo domicilio (el de su tía) disponen de rampa en la entrada del portal y ascensor y que también pueden usar silla de ruedas eléctrica -comprada de segunda mano, añade ella-.

A Begoña Garísoain estos motivos alegados no le parecen suficientes y además considera que los informes del médico de cabecera apoyan sus argumentos.

El último, con fecha de octubre de 2010, recoge una larga lista de patologías, entre ellos, por ejemplo, embolismo arterial pulmonar, artrosis lumbar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) severa que "precisa de tratamiento con oxigenoterapia domiciliaria", cataratas, prótesis en caderas, incontinencia urinaria, fibrilación auricular (problema de corazón), depresión, etc.

"Paciente de alto riesgo"


"Es una paciente de alto riesgo", escribe, en negrita, el médico, "que precisa de permanente atención para realizar cualquier actividad de la vida diaria. Precisa de silla de ruedas para realizar cualquier desplazamiento. También necesita apoyo para tomar la medicación. Por todo ello considero que tiene un considerable nivel de dependencia", finaliza.

"Cuando leo lo que dice la carta parece que están hablando de otra persona", se queja Begoña Garísoain. "¡Pero si mi madre necesita ayuda hasta para respirar...!", agrega. Por todo ello, ya ha pedido una nueva valoración.

Por otro lado, resalta que a su tía, de 88 años, le hicieron también la valoración de la dependencia, en este caso en el mes de febrero de 2010. Le concedieron el grado de dependencia severa 1 y, asimismo, la ayuda económica para cuidados en el domicilio correspondiente a dicho grado.

Sin embargo, según explica la sobrina, aún no ha cobrado "nada" y ya han pasado, señala, ocho meses desde que se la aprobaron y casi un año desde la concesión del grado de dependencia.

Fuente : diariodenavarra.es

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