Los cuidados de la dependencia tienen nombre de mujer
La Ley de la Dependencia, junto con la Ley de
Igualdad efectiva entre mujeres y hombres, fomentaba la
corresponsabilidad de la vida laboral y la vida familiar de todas las
personas y apostaba por un modelo en el que las instituciones, los
agentes sociales y las políticas públicas se comprometían con el fomento
de la conciliación de la vida familiar y laboral, evitando así la
feminización de la pobreza, puesto que las dificultades para conciliar
siguen siendo un lastre para el desarrollo económico y social de las
mujeres.
En España, el 83 % de las personas que cuidan a dependientes
son mujeres.
La aprobación de la Ley de la Dependencia supuso un cambio
importante para estas mujeres que cuidaban en casa de algún familiar:
por primera vez, se reconocía la contribución de las mujeres al cuidado
de las personas en situación de dependencia y además el Estado se hacía
cargo de sus cotizaciones a la Seguridad Social.
El RD Ley 20/2012 de 13 de julio del gobierno de Mariano Rajoy asestó
un golpe mortal a la Ley de la Dependencia, a la que daría el tiro de
gracia la Orden 21/2012 de la Generalitat Valenciana y que supone, en la
práctica, la derogación de la Ley.
El copago en las prestaciones hasta llegar al 90% en algunos casos y
la eliminación del pago de las cotizaciones a las cuidadoras son algunas
de las consecuencias de estos recortes.
Se las priva así de la
posibilidad de poder completar períodos cotizados y tener derecho a una
pensión de jubilación en el futuro, incrementando la pobreza de las
mujeres que cuidan a todas las edades y eliminando su acceso a la
tarjeta sanitaria como derecho individual.
Se perpetúa su rol de
cuidadoras y se las aleja de poder acceder al mercado laboral,
volviéndolas a colocar en la dependencia económica, cuando no, en la
pobreza y en la exclusión social.
El PP ha visto en la crisis una oportunidad de llevar a cabo para
imponer su ideología más rancia y conservadora, la del pasado, la de
devolver a la mujer a su casa para encargarse del cuidado del hogar y de
los dependientes, sin reconocimiento alguno, y desde luego, sin
remuneración.
El PP pretende ahora que las mujeres se hagan cargo de
realizar los trabajos que correspondería realizar a los Servicios
Sociales que ellos se han encargado de desmantelar desde todas las
instituciones en las que están instalados.
Muestran desamparo y desprecio a los dependientes y a la labor
abnegada y sacrificada de las cuidadoras.
Perjudican con sus políticas
cocinadas desde cómodos y distantes despachos a personas que no
comprenden, que no saben cómo viven, que no les interesan.
Tenemos que
oír declaraciones insultantes como la del mismo secretario de Estado de
Servicios Sociales, Juan Manuel Moreno, alegando que no podía mantenerse
el pago de la seguridad social a las cuidadoras porque “la figura del
cuidador no se recoge en el Estatuto de los Trabajadores.”
Por supuesto,
que no lo está.
Porque para la figura del cuidador habría que crear un
nuevo estatuto, no del trabajo, sino el de la esclavitud.
Ellas, sobre las que se ceba este gobierno infame, son las más
vulnerables y las más frágiles, dentro de su fortaleza.
La mayoría
sufren del llamado “síndrome del cuidador quedado”, una dolencia que
conlleva problemas de salud física y psíquica.
Ellas sostienen un pilar
imprescindible para la supervivencia humana y que no aparece en los
grandes datos macroeconómicos.
Ellas, siempre pendientes de los demás,
sin esperar nada a cambio, sólo reconocimiento, justicia social y
dignidad.
Los cuidados de la dependencia tienen rostro de mujer: el de
Sonia, el de Tean, el de Inés, el Palmira, el Alicia, el de Lidón, el de
Vero.
El de mi madre.
Fuente : elperiodic.com/opinion/lapalestra
...y el de la mía.
ResponderEliminarExcelente árticulo, se pude decir más alto (en mayúsculas) pero no más claro. La situación económica del pais le ha venido de maravilla a los ultra-conservadores del PP, para cargarse el estado del bienestar, y todos los logros conseguidos por los trabajadores después de muchos años de lucha y de negociación. Y los perjudicados, los de siempre; las clases medias/bajas del pais.
ResponderEliminaryo soy cuidadora, y no solo nos han qitado la ss ni nos han bajado las pagas,si no qe llevan con este dos años sin cumplir con el pago de los atrasos. si tengo qe cuidar de mi hija,como trabajo fuera?? eso no lo piensan, qe va a ser de nosotras en el futuro???
ResponderEliminarQE VERGUENZA DE PAIS!!!, DE POLITICOS,ETC