ASTURIAS. ESTAREMOS MUY ATENTOS PARA QUE SE CUMPLA LA LEY DE DEPENDENCIA

«Si los asturianos nos transmiten sus preocupaciones, colaboraremos para mejorar los servicios públicos»

«Estaremos muy atentos para que se cumpla la ley de Dependencia» María Antonia Fernández Felgueroso nació el 13 de junio de 1944 en Gijón y es licenciada en Derecho y diplomada en Trabajo Social. Su último cargo político fue el de concejala de Asuntos Sociales en el Ayuntamiento de Gijón por el Partido Socialista. En junio de 2006 dimitió de este cargo tras ser nombrada por la Junta General del Principado procuradora general de Asturias (el equivalente a Defensora del Pueblo), cargo del que tomó posesión el 3 de julio de 2006.

La procuradora general del Principado, María Antonia Fernández Felgueroso, es la primera Defensora del Pueblo asturiana, institución que se creó hace ahora tres años. Hace pocos meses se inauguró la nueva sede de la Procuraduría en el número seis de la ovetense plaza de Riego. En los vinilos que decoran el moderno edificio se puede ver a una mujer sentada en una silla cosiendo. No cose un vestido sino una casa. Al lado se ha grabado un mensaje para que los visitantes se hagan una idea de para qué sirve esta institución: «La casa tejida: tejer, construir, proteger».

-¿Cómo han sido estos tres primeros años de Procuradoría?

-Somos conscientes de que llevamos poco tiempo. Existe un déficit de conocimiento de la institución. Nuestro trabajo fundamental ha sido darnos a conocer.

-¿Qué retos se plantea de ahora en adelante?

-Son muchos los retos y el trabajo por hacer. De lo realizado en 2008 destacaría el trabajo hecho para que las administraciones públicas fueran más eficientes.

-Además de las quejas, ¿qué otras actividades desempeñan?

-Son muy variadas. Tratamos de que las quejas sean el trabajo principal porque son la expresión de la conciencia ciudadana. Otras veces, cuando la situación lo requiere, actuamos de oficio. También mantenemos relaciones periódicas con entidades que trabajan en diferentes ámbitos de la realidad social y del movimiento asociativo. Sobre la ley de Dependencia hemos creado una comisión especial de seguimiento.

-¿Cómo va la ley de Dependencia en Asturias?

-Todos mis colegas de las defensorías y yo misma hacemos un seguimiento y sabemos que es una ley complicada y de difícil aplicación. Hemos hecho una resolución conjunta para hacer más fuerza. Creo que se está haciendo un gran esfuerzo, al principio hubo un poco de colapso porque llegaron todas las reclamaciones a la vez. Nosotros recordamos a la Administración que hay que dotarse de más medios. Pedimos que se abriese una línea de urgencia para atender a personas con enfermedades urgentes y con la mayor rapidez posible. La Administración hace poco me ha contestado que está de acuerdo y que está redactando el informe. La comisión estará muy vigilante.

-¿Responde la Administración a sus llamadas de atención?

-De las resoluciones que dictamos el noventa y dos por ciento no fueron rechazadas. Un cuarenta por ciento fueron aceptadas formalmente y el resto estaban en trámite. Sólo se rechazó un ocho por ciento. Esto significa eficacia. A veces hay actividades entorpecedoras que proceden de la burocracia. Nos preocupa porque entendemos que esto tiene un efecto negativo sobre la participación ciudadana en los asuntos públicos. Nosotros les decimos: usted tiene que contestar al ciudadano. Es frecuente que las administraciones no respondan a la ciudadanía.

-¿Colaboran con el Defensor del Pueblo a nivel nacional?

-Hay un convenio de colaboración, él resuelve las cosas que no son de nuestra competencia para que no haya duplicidad. Hay muy buena relación, cada año se hacen jornadas de coordinación de defensores. Ponemos en común cuestiones que nos preocupan, que siempre tienen que ver con los derechos de los más vulnerables de la sociedad.

-¿Cuándo actúan y cuándo no?

-Actuamos cuando hay cualquier duda en relación a las administraciones públicas asturianas. También la gente con conflictos con los colegios profesionales o la Universidad puede dirigirse, pueden hacerlo personas de cualquier nacionalidad y edad. No actuamos cuando se trata de un conflicto entre particulares o cuando ya hay un proceso judicial en marcha.

-¿Cómo ha sido la relación con su adjunto Noel Zapico?

-Muy buena. Hay un equipo directivo: procuradora, adjunto y secretario general con los que estoy muy satisfecha. Hasta ahora hemos trabajado muy bien. Tenemos claro que somos independientes y que nos debemos a los ciudadanos.

-¿Qué casos destacaría de los resueltos en estos tres años?

-Me quedaría con tres ámbitos en los que hemos centrado nuestra actuación: ley de Dependencia, educación y discapacidad.

-¿Qué cuentas pendientes tiene de ahora en adelante?

-El gran reto son los derechos humanos porque entiendo que es un pilar básico de la convivencia, que es frágil y tiene que ser cuidado. La no discriminación, la no violencia, asuntos que tienen que ser un compromiso de los poderes públicos pero también de toda la sociedad asturiana. Mi máximo deseo es que el sistema de derechos humanos sea reforzado. En ese sentido sería un deseo muy especial y permanente.

-¿Cómo convencer a los asturianos para que se acerquen a la Procuradora si sus resoluciones no son vinculantes?

-Les diría que confíen en nosotros, que se acerquen a conocernos y decirles que las administraciones están respondiendo cuando se ha demostrado que ha habido una vulneración de derechos. Si los asturianos nos transmiten sus preocupaciones nosotros podemos colaborar en mejorar el servicio público y aumentar la calidad de atención. En definitiva, las quejas son la expresión de la conciencia ciudadana.

-¿Qué diferencias hay entre ser política y ser procuradora?

-Este trabajo es un lujo y un honor el poder poner en marcha una institución como esta. Se vigila que se cumpla con los ciudadanos, somos independientes del Ejecutivo. Nuestra relación es con el Parlamento, rendimos cuentas de nuestras actuaciones directamente al Parlamento. La diferencia es que tu misión es garantizar derechos y no poner en marcha proyectos políticos.

Fuente: lne.es