El decreto-ley de 13 de julio, de
medidas antidéficit, que establece, entre otras cosas, una reforma del
Sistema de Dependencia con recortes en las prestaciones y aumento del
copago.
Estos son los principales cambios:
- Se rebaja un 15% las prestaciones económicas a los cuidadores familiares. De media, la rebaja podría ser de unos 55 euros al mes. Asimismo ese porcentaje de reducción podría ser superior porque se deja libertad a las comunidades autónomas para que aumenten esa reducción hasta el 85%.
- Los cuidadores familiares no profesionales pierden las cotizaciones a la Seguridad Social que pagaba por ellas el Gobierno. Además, se les exigirá cumplir con unos conocimientos básicos para atender al dependiente así como también que convivan con la persona.
- Se amplía el plazo para que las comunidades atiendan a sus dependientes sin generar retroactividad. Se pasa de los seis meses actuales a los dos años. Esto quiere decir que el dependiente solo podrá reclamar los pagos atrasados de la prestación a la que tiene derecho si la Administración ha tardado más de dos años en pagarle.
- Se simplifica los grados de reconocimiento de dependencia. Hasta ahora había seis niveles y con el reforma se pasa a tres grados: gran dependiente, dependiente severo y dependiente moderado.
- Se pospone a 2015 la incorporación de nuevos usuarios de Grado 1, que son los dependientes moderados.
- Se eliminan las compatibilidades entre servicios. Por ejemplo, será incompatible tener acceso a un centro de día y recibir ayuda a domicilio.
- Se establece el copago que podrá ser hasta del 90% del precio del servicio que esté recibiendo. La aportación variará en función de las rentas y del patrimonio. Tan solo los que tengan rentas inferiores a 532 euros al mes no tendrá que abonar el copago.
- A la hora de calcular la ayuda, no solo se tendrá en cuenta las rentas del dependiente, sino su patrimonio.
- También habrá cambios en el sistema de financiación: el próximo año el Estado transferirá a las comunidades el 90% del presupuesto y el 10% restante a las que primen los servicios. La proporción irá variando hasta alcanzar que a cada concepto se le destine la mitad.
- Se establece la hipoteca inversa: los dependientes mayores que estén en residencias ingresados, si su pensión no da para cubrir el coste, su vivienda se usará como aval.
- El Gobierno también rebaja en un 13% el llamado 'nivel mínimo', el dinero que reciben las comunidades autónomas por cada dependiente en función de su gravedad, de forma que las regiones recibirán 200 millones de euros menos para atender a los dependientes con respecto al año pasado.
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