viernes, 5 de marzo de 2010

ALAVA - MÁS DE 700 ALAVESES MENORES DE 29 AÑOS RECIBEN AYUDAS

Más de 700 alaveses menores de 29 años reciben ayudas de la Ley de Dependencia

2.602 personas fallecieron después de ser reconocidas por los servicios sociales

Más de 3.500 beneficiarios perciben hasta 519 euros al mes para ser cuidados en el entorno familiar

BATERÍA DE AYUDAS

Prestación económica para el cuidado en el entorno familiar: Sólo pueden optar los de grado III, hasta 519 euros al mes, y grado II, hasta 406 euros mensuales. Sin límite de edad y renta. La perciben 3.590 alaveses.

Prestación económica vinculada al servicio: Personas que recurren a la residencia privada al no existir recursos públicos. Optan todos los grados de dependencia. Los de grado III y II, nivel 2: 1.000 euros. Grado II, nivel 1: 610 y los de grado I: 508 euros al mes. Está sujeta a renta. La reciben 588 personas en la provincia.

Cuando se habla de Ley de Dependencia, uno tiende a imaginarse a personas de avanzada edad bastante castigadas por la vida, y que requieren de una considerable ayuda física para realizar movimientos de lo más básico.

Pero la ley peca en demasía de apriorismos o quizá de desconocimiento. Por ejemplo, buena parte de sus ayudas tienen carácter universal, prescindiendo así de los condicionantes de edad o renta. Así lo ponen de manifiesto los datos del Departamento de Política Social y Servicios Sociales -a los que ha tenido acceso EL CORREO-, y que cifran en 726 los jóvenes menores de 29 años que a finales del pasado año habían sido valorados como dependientes por la Diputación.

Desde que el 25 de abril de 2007 se abrió el plazo para poder solicitar estas prestaciones, 13.585 personas han acudido a las oficinas del Instituto Foral de Bienestar Social.

Todas ellas deseaban conocer si podían optar o no a la prolija batería de suvenciones de una ley que es el sostén del conocido como cuarto pilar del estado de bienestar, y que ha supuesto el reconomiento jurídico (recurrible ante la justicia) de los derechos subjetivos de aquellos ciudadanos que no pueden valerse por sí mismos. De esos 13.500 alaveses, 2.602 han fallecido después de haber sido valorados por los técnicos forales, y en muchos casos sin poder haber recibido ayuda alguna.

De las 10.983 personas evaluadas y que todavía siguen vivas, a 1.558 no se les reconoció ningún tipo de dependencia. Por contra, a 3.631 se les concedió el grado III (grandes dependientes), a 3.444 el II (severos) y a 1.143 el más leve, el I (moderados). No hay que olvidar, además, que cada uno de estos grados se divide en dos niveles que en la práctica sirven como un filtro a la hora de aprobar las ayudas.

Dos de las más conocidas son la prestación económica para el cuidado en el entorno familiar -nace con la idea de que un dependiente pueda ser atendido en su hogar- y la vinculada al servicio, destinada a aquellos que no pueden ingresar en una residencia de la tercera edad porque la Diputación no dispone de plazas.

En este caso, se les concede una nómina mensual para ayudarles a sufragar su coste. Si en la primera se dan hasta 519 euros mensuales -3.590 alaveses la perciben-, en la segunda, hasta 1.000 euros -588 personas la tienen-. La diferencia entre una y otra, además de la cuantía económica, es que a la subvención para el cuidado en el entorno familiar no existen condicionantes de edad o renta, y en la segunda sí se tiene en cuenta el nivel económico del solicitante a la hora de cuantificarla.

Más de 80 años, la mitad
Por edades, más de la mitad de las valoraciones realizadas por el IFBS correspondieron a personas con más de 80 años (5.838), algo más que lógico dado el elevado y progresivo envejecimiento de la población. Lo novedoso o al menos lo chocante es que 85 de ellos tienen entre 0 y 3 años, 341 de 4 a 17 y otros 300 alaveses entre 18 y 29 años. En relación a los otros tramos de edad, 1.787 tienen entre 30 y 64 años y 2.632 de 65 a 79.

Estos datos llegan en pleno debate para buscar un nuevo modelo de financiación para conseguir que los servicios sociales sean «sostenibles», porque de aquí a diez años la Diputación deberá atender a 8.000 nuevos dependientes. Y es que en 2020, un 20% de los alaveses serán mayores de 65 años (en 1999 no llegaban al 15%) y de estas 71.500 personas, 35.880 tendrán algún tipo de dependencia o discapacidad.

Por lo tanto, son varios los debates encima de la mesa: cómo buscar nuevas vías de ingresos y si apostar por más plazas residenciales o darle más peso a las ayudas económicas, como ocurre en gran parte de las principales comunidades autónomas.

Fuente : elcorreo.com

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