Impulsar la ley de dependencia será el próximo desafío que acometa la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, durante el año que viene.
Y como adelantó ABC, su primera intención será reducir el tiempo de espera de las personas dependientes desde que son evaluadas hasta que reciben la prestación o el servicio que precisan.
Una de las reivindicaciones más oídas por este colectivo que hoy día sufre una gran demora hasta que disfrutan de la ayuda que solicitan.
Para ello, una de las propuestas que se barajan es reducir los tiempos de espera a tres meses. Sin embargo, este compromiso tendrá que ser ratificado en el seno del próximo Consejo Interterritorial de Dependencia, que se celebrará a finales de diciembre o principios de enero.
Por tanto, a partir de enero se introducirán novedades para «agilizar» el sistema de gestión de la dependencia, como señaló ayer el secretario de Política Social, Francisco Mazo, en una entrevista a Ep.
Se quiere «mejorar» el modelo de valoración de las personas dependientes para que sea «homogéneo» en todas las comunidades, declaró. Precisamente, una de las críticas más frecuentes es que la ley de dependencia se está aplicando a distintas velocidades según la región.
«Buenas prácticas»
Mazo destacó que además de «redefinir» un sistema de valoración común en todo el país, se pondrá en marcha un «manual de buenas prácticas» que explicará con mayor precisión cuáles son las condiciones para establecer los distintos grados de dependencia que prevé la ley.
Por ahora, y según los datos que ofreció el secretario general de Política Social, 900.000 personas ya han sido evaluadas y valoradas, 670.000 tienen reconocido el derecho a una prestación o servicio y de ellas el 70% (470.000 personas) están siendo atendidas. «Antes de que termine el año -dijo-, dos de cada tres dependientes serán atendidos y el resto estará en proceso de asignación de la prestación». Aunque reconoció que «esto no le sirve a las personas que están esperando las ayudas». «En eso hay que ser más ágiles», añadió.
Cuidadores familiares
Mazo también explicó el éxito que han tenido las ayudas a los cuidadores familiares, que ya representan el 50% de las prestaciones concedidas a los dependientes, aunque la ley contempla esta opción como una excepcionalidad. Según explicó, son los propios ciudadanos los que solicitan que se les atienda en casa, puesto que se trata de «una tendencia natural que tiene que ver con componentes culturales y sociales y con la forma de familia que hay en España».
Fuente : abc.es
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