lunes, 28 de junio de 2010

CANARIAS - CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Recientemente hemos conocido dos estadísticas que ponen en entredicho la labor del Gobierno de Canarias, formado por Coalición Canaria y el Partido Popular y presidido por Paulino Rivero.

En una de ellas la Evaluación General de Diagnóstico, elaborada por el Ministerio de Educación y que analiza varias de las competencias básicas (matemáticas, lingüísticas y ciencias) para alumnos de 4º, sitúa a Canarias a la cola de toda España. El sistema educativo canario en coma profundo. Como respuesta creo haber escuchado a la consejera del área, Milagros Luis Brito, decir que “hay que enseñar de otra manera para que los alumnos aprendan de otra manera”. ¿Y?

La segunda estadística que ha golpeado a un gobierno al que ya le pueden dar, que ni siente ni padece, la firma el mismísimo Diputado del Común, Manuel Alcaide. En su informe presentado al Parlamento de Canarias y referido a la aplicación de la Ley de Dependencia, Alcaide asegura que la media de espera en Canarias es de 25 meses, dos años y treinta días, cuando la ley establece que este procedimiento no ha de tardar más de seis meses.

El Diputado del Común parece coincidir en sus apreciaciones con las que, en su día, realizó el Observatorio de la Ley de Dependencia que puntuó con un 0,5 sobre 10 las tareas que, en ese ámbito, realiza la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias. Su consejera, Inés Rojas, como respuesta, suele echarle la culpa de todo a Madrid.

Frente a este panorama cualquier persona podría pensar que el Gobierno de Canarias tiene como prioridades hacer que los alumnos aprendan mejor y que los necesitados sufran menos.

Pues se equivocan.

Quizá se estén haciendo esfuerzos, no lo niego. Sin embargo a la vista está que no dan sus frutos Con lo que concluiremos que no se está haciendo lo suficiente. Paulino Rivero dijo recientemente que los colegios de Canarias están entre los mejores de Europa. Nadie le ha de creer, naturalmente. El presidente canario pasea permanentemente en un mundo en el que, ciertamente, le gustaría vivir, pero que esta muy lejos de la realidad. Quizá sus permanentes sueños de grandeza nacen de su incompetencia por liderar las políticas que, efectivamente, nos alejen de esa paulinolandia de helicópteros y romerías.

El último error de su Gobierno ha sido no aplazar la puesta en marcha de la Policía Autonómica, cuyos cuarenta primeros agentes debutarán, haciendo no se sabe muy bien qué, en las Fiestas Lustrales de La Palma. Ni siquiera la profunda crisis económica en la que está sumido el Archipìélago o las muy malas notas en educación o políticas sociales, entre otras materias, han servido para que este nuevo gran sueño de grandeza del pequeño mandador haya sido aparcado.

Cuestión de prioridades.


Fuente : diariodelanzarote.com

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