«Esta ley no ha servido de nada para la discapacidad».
Casilda Sabín es una de las voces más críticas contra la Ley de la Dependencia, no porque no le guste -«nació para ser tan importante como la de Sanidad o la de Educación»-, sino porque la directora de la Federación de Asociaciones para la Integración de Personas con Discapacidad Intelectual del Principado (Feaps) ha visto cómo el otro apartado de la ley, el relativo a la Promoción de la Autonomía Personal «no se ha desarrollado».
Lo dice Sabín como experta, ya que su entidad aglutina a una veintena de asociaciones especializadas en la atención a personas con discapacidad, sobre todo de carácter intelectual. Se trata de un perfil diferente al que hasta ahora ha copado mayoritariamente las ayudas de la dependencia, «porque no son personas mayores, sino jóvenes, muchos están estudiando y otros intentan buscar trabajo o ya tienen un empleo precario».
Para este perfil, la Ley de la Dependencia «ha sido un fracaso», ya que «no se ha logrado que tengan las ayudas que necesitan.
En Asturias ha sido imposible que se cree la figura del cuidador profesional, una de las más demandadas y que ya tienen en otras autonomías».
Además, suma Sabín la queja de que «encima, les resulta cara. Porque se esperaba que esta ley fuera, como digo, idéntica a la sanitaria o la educativa: universal y gratuita.
Pues bien, las personas con discapacidad nos encontramos con un copago que hace que los servicios que para otros son gratis, para nosotros cuesten dinero.
En ocasiones, demasiado».
Por ello, han reclamado al Principado que «anulen el decreto de copago, como ya lo han hecho otras comunidades autónomas». Si se mantiene, para Casilda Sabín será «una injusticia más».
Fuente : elcomerciodigital.com
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