La nueva Ley de Servicios Sociales convierte 13 ayudas en derechos
El Consejo de Gobierno aprueba el proyecto que garantiza una atención temprana a niños discapacitados
Largamente demandada y, desde luego, necesaria. La nueva Ley de Servicios Sociales de Castilla y León ya es un proyecto regulador aprobado ayer por el Consejo de Gobierno que, aunque llega con años de retraso desde que fuera anunciada poco después de asumir la Junta las competencias en acción social en el año 1998, supondrá garantías de calidad de servicios y de acceso a prestaciones.
Las ayudas sociales como plazas residenciales, en centros de día o apoyos económicos para costearse un servicio son una realidad desde hace años gestionada por los tradicionales Servicios Sociales. La Ley de Dependencia estatal impuso desde el 2006 obligaciones a las comunidades en la atención de personas incapaces de tener autonomía, pero faltaba la legislación regional que adaptara esta normativa nacional.
Ahora, la nueva ley lo que aporta fundamentalmente es reconocer trece prestaciones como un derecho, ascender la cobertura asistencial de categoría para que las ayudas sean algo exigible y reclamable por el ciudadano.
Así, esta normativa de 109 artículos repartidos en diez títulos en un documento de 76 páginas, establece un catálogo de prestaciones que amplía las estatales y califica como prestaciones esenciales cuyo reconocimiento «tiene el carácter de derecho subjetivo», según destacó ayer el consejero de Familia e Igualdad de Oportunidades, César Antón.
Recoge así el texto con tal calificación el derecho a la información, orientación y asesoramiento y a la valoración, planificación de caso y seguimiento. En cuanto a estas dos primeras prestaciones, el consejero Antón destacó además que habría un registro único, una ventanilla de atención única y una historia social única. De esta forma, el solicitante accederá con facilidad a los recursos independientemente de que sean gestionados por un Ayuntamiento, la Diputación o la Junta.
Medidas
El Ingreso Mínimo de Inserción y las ayudas destinadas a la atención de necesidades básicas de subsistencia urgentes; así como las medidas específicas para la protección de menores de edad en situación de riesgo o desamparo, y la atención temprana para niños con discapacidad o en riesgo de sufrir una minusvalía desde la prevención, la detección precoz, el diagnóstico y el tratamiento suman otras tres prestaciones esenciales que, además, enriquecen los derechos ya contemplados en la Ley de Dependencia.
También la teleasistencia para todos los mayores de 80 años que la demanden será un derecho nuevo que aporta la administración autonómica.
La ayuda a domicilio, la atención en centros de día y de noche -estos últimos serán de nueva creación-, las plazas residenciales, la ayudas económicas para cuidados en el entorno familiar o para un asistente personal; servicios de prevención de situaciones de dependencia y ayuda para pagar servicios privados cuando no ha habido plaza en públicos o concertados completan el catálogo.
Las administraciones financiarán estas prestaciones junto a la aportación del usuario cuando disponga de patrimonio, pero «nadie se quedará sin ayudas por falta de recursos», según insistió ayer el responsable de su aplicación, el consejero César Antón
Fuente : nortecastilla.es
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