domingo, 25 de octubre de 2009

ENTREVISTA TRINIDAD JIMENEZ

Trinidad Jiménez, ministra de Sanidad, habla sobre la Ley del Aborto y sobre la Ley de Dependencia, dos proyectos que le tocan muy de cerca

Entre junio y septiembre, cuando la alarma sanitaria por la gripe A parecía incontenible, manejó la situación con mano firme, sin plegarse a las demandas de noticias de los medios, a la necesidad de certezas de la ciudadanía acongojada, a las críticas oportunistas de la oposición.

Por eso sorprende que ahora que ha amainado la preocupación, la ministra de Sanidad y Política Social, Trinidad Jiménez, justifique el retraso en el inicio de la campaña de vacunación precisamente en el hecho de que ya no haya un clamor popular que exija medidas contundentes. Como si antes hubiera actuado para dar respuesta a ese clamor. Como si en caso de haberlo, las vacunas fueran a llegar antes. En la misma semana que tomó esta decisión, se reavivaron los debates sobre la Ley del Aborto y sobre el retraso en el desarrollo de la Ley de Dependencia, dos proyectos estrella del segundo proyecto Zapatero que le tocan muy de cerca.

Va el Ministerio a ponerse firme y señalar a las comunidades autónomas que no cumplen la Ley de Dependencia?
No es más firme quien más alto grita, sino quien consigue los objetivos para los cuales ha sido propuesto. Busco el entendimiento con las autonomías para que, en un periodo de recursos escasos como el que vivimos, se haga un esfuerzo por seguir con el desarrollo de la ley.

Y esto se está haciendo, y el compromiso es claro por parte de todos, más allá de las diferencias. Puedo asegurar que el Estado, al poner más de 3.000 millones de euros al sistema en los últimos dos años, ha hecho ejercicio de un compromiso claro, firme y decidido de seguir adelante con el desarrollo de esta ley.

Vamos a ayudar a las comunidades, porque algunas sí que están haciendo un esfuerzo paralelo. Aunque no todas, vamos a seguir insistiendo. El hecho de que se hayan encontrado diferencias no nos va a disuadir de seguir adelante con el modelo que en un momento dado decidimos adoptar. Más bien es un estímulo, es un reto. Y me gustan los retos.

¿Cómo piensa evitar que las familias prefieran cuidar de sus dependientes y optar a cambio por recibir ayudas económicas?
En España hay una cultura familiar consolidada, en el sentido de que las personas mayores prefieren ser cuidadas por un familiar. Esto también ocurrió al principio en Alemania.
Pero al cabo de tres o cuatro años comenzó a cambiar la tendencia, cuando los dependientes vieron que la ayuda se consolidaba, prefirieron solicitar una asistencia especializada.

¿Qué actuaciones baraja para frenar la privatización de la sanidad pública que impulsan Madrid o Valencia?
La gestión privada se ha incorporado muy recientemente al sistema nacional de salud, no tengo datos sobre su calidad. Lo que sí he observado es que, aunque en un principio la prestación resulta menos gravosa a la comunidad, a la larga hay que hacer un mayor esfuerzo presupuestario. Nosotros tratamos de hacer un seguimiento para que no distorsione el carácter público, universal y gratuito que tenemos que garantizar por encima de todo.

¿Qué tiene previsto para que España deje de estar a la cola en atención a la salud mental?
Necesitamos terminar de completar el cuadro de necesidades. A pesar de la escasez de recursos, seguimos avanzando. Queremos aprovechar el desarrollo de la Ley de Dependencia y la puesta en marcha de la estrategia de salud mental para introducir las mejoras que piden los profesionales y los pacientes.

Según los últimos datos de Eurostat, España sigue a la cola de Europa en gasto per cápita en Sanidad y Política Social. ¿Cómo piensan solucionar esto?
En Sanidad, hay que llamar la atención sobre la eficiencia de la utilización de los recursos, porque Estados Unidos gasta el 14% de su PIB en Sanidad y no cubre ni siquiera al 40% de la población; y España gasta aproximadamente la mitad y cubre al 100%.

En Política Social nos queda mucho por hacer. Nos ha tocado además empezar el desarrollo de la Ley de Dependencia en un momento de crisis económica, con una bajada de ingresos de las comunidades autónomas y del Estado, y eso tiene que repercutir en un retraso que nos gustaría poder superar cuanto antes. Los datos que da Eurostat son de antes de la Ley de Dependencia.

Ahora, en estos últimos años, hemos conseguido incorporar al sistema más de 3.000 millones de euros. Esa contabilización nos permitiría subir algún puesto.

Fuente : entrevista completa en publico.es

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