Cantabria, la primera en acreditar un centro de atención a la dependencia
El objetivo es que antes de fin de año las 135 instalaciones de la región hayan pasado este trámite
Cantabria se prepara para convertirse en la primera comunidad autónoma en tener sus 139 centros de atención a personas dependientes acreditados, como establece la Ley de Dependencia.
La vicepresidenta del Gobierno, Dolores Gorostiaga, entregó ayer la primera de estas acreditaciones al centro de día Los Pinares, que tiene ocupadas 21 de sus 25 plazas.
El objetivo, según Gorostiaga, es que los 135 centros concertados a través del Instituto Cántabro de Servicios Sociales y los cuatro públicos tengan tramitado este documento antes de que termine 2011. Para ello contarán con el asesoramiento que precisen, ya que se trata de un proceso «complicado», que requiere un «tremendo esfuerzo».
Durante su visita al centro, en la que estuvo acompañada por la directora del Instituto Cántabro de Servicios Sociales, María Luisa Real, y el director general de Políticas Sociales, Julio Soto, la vicepresidenta apuntó que «ya no es suficiente con tener una red pública de atención a la dependencia», sino que «hay que dar un paso más», encaminado «a alcanzar la máxima calidad y profesionalidad posible».
Pero basando todo ello en «criterios homogéneos» fijados por la Ley de Dependencia y la Ley autonómica de Servicios Sociales.
Recordó que desde 2003 se han creado más de 4.000 plazas públicas de atención a personas dependientes.
En total, más de 6.000 están en residencias y centros de día y la cifra asciende a 17.000 en el caso de los beneficiarios de las prestaciones y servicios de la Ley de Dependencia, aunque «nuestra previsión es llegar a los 20.000 usuarios», puntualizó Gorostiaga.
Los centros de día
En cuanto a los centros de día, en la región existen 48 instalaciones, que suponen 1.014 plazas. Una de éstas la ocupa Carmen Mínguez, de 84 años. Lleva un año en el centro de día Los Pinares y aseguró que desde entonces «mi vida ha cambiado. Antes vivía muy mal». Cuando llegó «no podía levantar los brazos y casi ni andar porque se me hinchaban muchísimo las piernas. Ahora, !mira (dijo levantando el brazo), lo hago sin ningún esfuerzo!». Indicó que «todo se lo debo a Óscar, que es quien me ha ayudado. Pero aquí todos son muy buenos conmigo».
El sentir de Carmen es compartido por el resto de sus compañeros. Están tan a gusto en el centro, que sus usuarios han pedido a la dirección que habrán también los fines de semana, algo que la propia vicepresidenta dijo ayer que «lo están estudiando para ver si es viable».
La certificación reconoce que un centro o servicio ofrece una garantía de calidad conforme a unos criterios. La finalidad es «garantizar el derecho de las personas en situación de dependencia a recibir una atención adecuada», apuntó Gorostiaga. Se trata de estándares que abarcan aspectos relacionados con las infraestructuras de los centros, el número y la cualificación de los profesionales, el modelo de atención y la calidad del empleo, entre otros.
Fuente : eldiariomontanes.es
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