El centro de discapacitados de Cáritas no abrirá sin ayudas a la dependencia
El delegado diocesano dice que están «desbordados» y negocian con el Ministerio
Cáritas no puede atender el centro de grandes discapacitados de Fabero -”pensado para ancianos que puedan acogerse a las ventajas de la Ley de Dependencia-” si no les garantizan y llegan de una vez las ayudas económicas para hacer frente a las necesidades de gestión.
Cáritas, por sus propios medios y disponibilidad económica, no puede abrir este centro, que lleva ya tres años cerrado tras invertir el por entonces Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales 4,3 millones de euros en su construcción.
El delegado episcopal astorgano de Cáritas se mostró rotundo en su afirmación. Anselmo González Alonso aseguró que la situación seguirá igual si no se garantizan las ayudas y prosperan las negociaciones que se están manteniendo con el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, con el Imserso y la Junta de Castilla y León.
«Desborda nuestras posibilidades el hacer frente a esta realidad sin unas subvenciones, sin ayudas. Estamos haciendo estas peticiones a los organismos para ver si es posible que colaboren y abrir de una vez el centro, desbloquear el tema, porque literalmente desborda a Cáritas», advirtió el responsable diocesano de esta entidad.
El centro de discapacitados de Fabero, -”promovido por la Administración central y que cedió la gestión a Cáritas-” debería estar funcionando como centro de día para 25 personas y como residencia de grandes discapacitados para otras 50 plazas.
El delegado diocesano de Cáritas quiso destacar que lo que está sucediendo con estas instalaciones «no es por abandono ni cosa que se le parezca». Anselmo González dijo que «lo que pasa es que estas gestiones llevan su tiempo, estamos en ello y ojalá se solucione lo antes posible para abrirlo y que el centro no esté ahí deteriorándose».
En este sentido, el representante del Obispado de Astorga en cuanto a Cáritas aseguró que la solución al problema ya no depende tanto de ellos «como de otra serie de organismos, que están comprometidos en hacer viable y digno un servicio a estos colectivos».
Anselmo González quiso dejar bien claro que lo que no hará Cáritas es abrir sin garantías de que cuentan con ayudas para poder mantener abierto el centro. «No podemos abrir ahora y cerrar dentro de un mes», dijo. Esto cree que sería lo que pasaría si no se zanja de una vez por todas la llegada de las subvenciones de la Ley de Dependencia para poder atender a cada asistido.
Ahora mismo, Cáritas no tiene ni tan siquiera confeccionada la lista de espera: «De momento no, porque hasta que tengamos todo claro no podemos abrir el apetito y luego dejarlo con más hambre de la que tenían».
El responsable de la gestión del centro encomendada por el Ministerio fue claro: «Nosotros tenemos unas posibilidades y sobre esas posibilidades podemos caminar, y no podemos abrir un centro para luego cerrarlo. Ése es el problema». Entiende que «lo antes posible tendremos posibilidades de habilitar este servicio», y de hecho para eso aceptaron la gestión, pero no lo harán con sus propios medios porque no pueden.
Fuente : diariodeleon.es/noticias
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