domingo, 11 de abril de 2010

ASTURIAS - ENTREVISTA NOEMÍ MARTÍN, CONSEJERA DE BIENESTAR

ENTREVISTA.

Noemí Martín: "Hay que blindar la política social"


"Nuestro objetivo es frenar la llegada del PP al Gobierno de Asturias"

Lo dice en voz alta. Si IU está en el Gobierno es para garantizar el gasto social. Noemí Martín habla claro, no rehuye preguntas y aguanta bien el cara a cara. La consejera de Bienestar es tajante. Las leyes de dependencia y salario social son intocables.

--Parece que el plan de recortes anunciado por el Ejecutivo acabará afectando al gasto social. ¿Está tranquila?

--Nunca se puede estar tranquila cuando hay una situación económica muy difícil. La Consejería de Economía pretende recortar 149 millones de euros sobre el presupuesto aprobado recientemente. Nosotros vamos a pelear por que el gasto social no se vea afectado. Entramos en el Gobierno con un objetivo: contribuir a abordar la crisis desde la izquierda. No nos negamos a que dentro de la propia consejería pueda haber ajustes en programas no imprescindibles; lo que pasa es que, en esta consejería, eso es muy difícil porque estamos hablando de colectivos desfavorecidos.

-- ¿Teme recortes en su presupuesto?

--Ese va a ser el debate. Yo creo que hay que priorizar dentro del Gobierno y también dentro de la propia consejería. Nosotros ya hicimos esfuerzos en este presupuesto en materia de vivienda y programas. Pero lo que no vamos a admitir, porque para eso entramos en este gobierno, es que leyes como la de dependencia o como la del salario social sufran recortes.

-- ¿Le ha dicho ya a Rabanal que ambas leyes son intocables?

--Se lo advertí en la negociación de los presupuestos y se lo he vuelto a advertir ahora. Si hablamos de políticas de personal, estamos dispuestos a discutir dónde podemos reordenar. Lo que le decimos a Rabanal es que, si hay ámbitos en esta consejería con efectivos por encima de la ratio, estamos dispuestos a reordenarlos. Pero hay una cuestión indudable y es que tenemos muchos servicios de atención directa que no se pueden tocar.

-- ¿Hará falta más personal entonces?

--Hay que crecer en personal. No hay que hacer una política de personal con criterios inflexibles o lineales. En ámbitos como la dependencia es indudable que hay que crecer. Si tengo obras en marcha en residencias de mayores, hará falta personal. Si abro centros de día, necesito personal.

-- ¿Encuentra comprensión en el consejero de Economía?

--No es fácil porque, para que nosotros tengamos más, otros tienen que tener menos. Lógicamente estos debates generan tensión en el Consejo de Gobierno; pero yo insisto en que trabajamos con personas, no con carreteras ni con farolas. No niego que sean importantes, pero, en un contexto de crisis, la dependencia o el salario social son intocables.

-- ¿Qué valoración hace del desarrollo de la ley de dependencia?

--Tenemos más de 30.000 expedientes. Está en un momento de pleno desarrollo, pero aún con dificultades; de financiación y, fundamentalmente, de procedimientos. Tenemos que lograr que la Administración del Estado entienda y acepte que tiene que aumentar su financiación. Tiene que aportar fondos por grados de dependencia, pero también por servicios. No es lo mismo una prestación económica que una plaza residencial.

-- ¿Qué dificultades hay para llegar a un acuerdo?

--El ministerio está en un proceso difícil de contención del gasto y, aunque dependencia se prioriza, no hay recursos suficientes de momento. Yo creo que, si hay una prioridad, el primer debate que hay que abordar con el Estado es la financiación.

-- ¿Y en cuánto a los procedimientos? Las familias siguen quejándose.

--Vamos reduciendo los plazos, pero yo no estoy satisfecha. Las personas pasan por un procedimiento complejo, que tarda de media diez meses en resolverse. El objetivo de llegar a seis meses en 2010 tiene que producirse porque lo demás es, para las familias, muy frustrante.

-- ¿Es cierto que el presidente llegó a plantear la paralización de la ley durante un año?

--No. El matizó las declaraciones que había realizado a Televisión Española. Dijo que no era tanto una paralización, sino una reflexión antes de que entrara en funcionamiento el próximo grado de dependencia. Nosotros no compartimos esa reflexión. No niego que la ley se aprobó en un contexto expansivo y que ahora tenemos una situación difícil, pero, precisamente por eso, tenemos que priorizar que los derechos que se lograron se consoliden y no retrocedan. Sería un error político muy importante paralizar la ley. Además, por mucho que las comunidades autónomas tengamos dificultades, la decisión corresponde al Estado. Ni podemos ni debemos paralizar la ley de dependencia. También le digo que, en este contexto de reducción de ingresos, si queremos seguir consolidando los servicios públicos esenciales, hay que iniciar un debate a fondo sobre política fiscal. La eliminación del impuesto de patrimonio supuso dejar de recaudar en el Estado 2000 millones de euros. Con ese dinero, se financiaría la ley e incluso se mejoraría.

-- ¿Y qué pasa si se queda sin presupuesto antes de fin de año?

--Pues que habrá que ponerlo. El año pasado hubo una retención de crédito en julio se dijo que para financiar las nóminas de sanidad. Yo siempre pongo el mismo ejemplo. A nadie le cabe en la cabeza que cuando entran tres personas por urgencias en un hospital les den la vuelta porque no hay dinero. Por qué tengo que decirle a un dependiente que tiene que esperar porque no hay dinero? Yo no lo comparto. Habrá que sacarlo de otras cosas. Yo sé que se gasta mucho dinero al año en otras políticas.

--La otra gran opuesta de su formación es el salario social. En los últimos meses ha bajado el número de solicitudes. ¿Puede indicar --como dice Zapatero-- que estamos saliendo de la crisis?

--No soy tan optimista. Es cierto que el número de solicitudes se ha reducido algo. Creemos que está incidiendo la prestación extraordinaria por desempleo.

--La derecha simplifica el salario social como si fuera un subsidio para vagos.

--Le daré un dato. De las más de mil personas que salieron del salario social, el 70% lo hizo por una mejora en su situación laboral. Siempre insisto en que el salario es un nuevo derecho de ciudadanía. Es una prestación de ingresos mínimos. La ley establece que la negativa a aceptar ofertas de empleo es una de las razones para suprimir la prestación.

-- ¿Cuáles son los puntos de fricción entre los socios de Gobierno?

--La política social en general. No se acaba de entender y parece que hay que tener mucho cuidado con las políticas sociales porque se pueden desbordar y acabar siendo insostenibles. Pero no lo pensamos en Asturias en momentos expansivos. Cuántas infraestructuras se hicieron! No es ahora el momento de mirar para atrás. Yo creo que hay que blindar la política social. De ahí que nosotros estemos aquí.

Fuente : lavozdeasturias.es

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