LA EVALUACIÓN DE LA LEY "SE CENTRE EN LOS RETRASOS"

El psoe propone que la evaluación de la ley se centre en los retrasos en su aplicación

El Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados defenderá este miércoles una proposición no de ley en la que apuesta por que la evaluación de la norma sobre dependencia que debe hacerse este año, como marca la ley, se centre, prioritariamente en aspectos como el retraso en la implantación del sistema, especialmente en algunas comunidades autónomas.

Del mismo modo, la iniciativa del PSOE, que se debatirá en la Comisión de Sanidad de la Cámara Baja, propone que el examen de la Ley de Dependencia analice, de manera prioritaria, el "elevado número" de prestaciones económicas por cuidado familiar que se están concediendo frente a los servicios.

Igualmente, los socialistas quieren que la evaluación de la norma se fije, sobre todo, en analizar aspectos relacionados con la igualdad en el acceso y en el tiempo transcurrido entre la valoración, la resolución, la elaboración del Plan Individual de Atención y el disfrute efectivo de los servicios y prestaciones.

En la misma línea, el examen de la aplicación de la ley ha de detenerse, según los socialistas, en analizar cuáles son los servicios públicos previstos por la norma más prestados y en conocer su calidad, además de en estudiar cómo está siendo la implantación de la figura del asistente personal, o el plan integral de atención a los menores de tres años en situación de dependencia.

En la fase actual, sostiene el PSOE en su iniciativa, es "prioritario" asegurar la plena implantación del Sistema para la Autonomía Personal y Atención a la Dependencia (SAAD), "y alcanzar los niveles de cobertura en los términos y calendario establecidos en la Ley".

Y para ello, continúa, hay que garantizar "el pleno desarrollo de la cartera de servicios dentro de la red pública de servicios sociales y en colaboración con la iniciativa privada, con y sin ánimo de lucro", y que los servicios se presten con independencia de las concesiones económicas.

Fuente eleconomista.es