«La Ley de la Dependencia nos está dañando a todos», dice Jesús Kocina
«La Ley de la Dependencia nos está dañando a todos». Tal y como ayer adelantó EL COMERCIO, las residencias asturianas han apostado por congelar o bajar los precios este año, debido a la falta de clientela, por lo que Jesús Kocina, no pone paños calientes a su balance de la nueva norma que convierte en derecho la atención a las personas con problemas de autonomía personal.
Y no es que no apoye la normativa -«todo lo contrario. Creo que es una ley estupenda, necesaria»-, sino que Kocina está convencido de que «se ha puesto en marcha con precipitación y en un mal momento: en plena crisis económica».
A su juicio, eso ha convertido a la Ley de la Dependencia en «el salvavidas de muchas familias, que han visto que, en lugar de gastar dinero en la atención a sus mayores, se pueden ganar un sueldo teniéndolos en casa».
Se refiere el portavoz de Ascege a la clara predominancia de beneficiarios de la norma que optan por cobrar una paga para el familiar cuidador en lugar de utilizar una residencia. Aunque el texto legal considera que esas pagas sólo pueden entregarse en casos «extraordinarios» y cuando no haya otra opción, lo cierto es que el desequilibrio entre ambas en Asturias se traduce, a fecha 1 de abril, en 5.763 parientes a sueldo frente a 2.750 dependientes usuarios de una plaza geriátrica.
Sí a la acreditación
Esas cifras han tenido su reflejo inmediato en la oferta geriátrica asturiana, donde, tal y como ya explicó Jesús Kocina, «estamos en una situación nunca vista: con plazas libres, tanto privadas como concertadas e, incluso, públicas».
No obstante, el empresario insiste en destacar que la ley tiene «aspectos muy positivos», como es el relativo a la nueva acreditación de centros. Y es que, en contra de la posición mantenida por las otras dos patronales del sector -la Asociación Asturiana de Centros y Servicios de Mayores (Asacesema) y la Asociación Asturiana de Residencias de la Tercera Edad (AARTE)- Ascege se promociona «como la única asociación de centros residenciales acreditados en todo el ámbito nacional».
Kocina no quiere polemizar con el sector, pero no comparte sus críticas a la norma -Asacesema la ha recurrido ante los tribunales- «porque todos los centros de Ascege ya cumplíamos con esas directrices e, incluso, las superábamos», puesto que, aseguró, «hay normas más duras en otras comunidades».
Fuente : elcomerciodigital.com
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