domingo, 4 de abril de 2010

ASTURIAS - RENUNCIAN A COBRAR CADA MES POR CUIDADO FAMILIAR

40 asturianos renuncian a cobrar cada mes por el cuidado de su familiar dependiente

Bienestar detecta un descenso del 40% en los litigios iniciados por las familias, al pasar de los 150 de marzo de 2009 a los 90 actuales

La anunciada disminución del cobro de pagas por cuidar de un familiar con dependencia ya se puede medir: 40 asturianos renuncian, cada mes, a percibir esa prestación. Prefieren, ahora, que su pariente reciba atención profesional, ya sea en forma de ayuda a domicilio, de centro de día o, también, de ingreso en una residencia.

Los números vienen a apoyar los augurios realizados a EL COMERCIO por el director general de Prestaciones y Servicios Sociales, Pedro Rodríguez, a su vuelta al cargo, en diciembre de 2008. En ese momento, tras recuperar IU el control de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda, advirtió que el boom de las pagas a familiares «es normal cuando una norma como la Ley de la Dependencia entra en vigor. Pero, a los pocos meses, las familias se dan cuenta de que lo que realmente necesita su pariente es atención profesional».

Quince meses después de aquellas declaraciones, Pedro Rodríguez tiene cifras ya en su poder «que demuestran que lo de las pagas al cuidador familiar va a menos». Por el momento, aún las reciben 5.687 asturianos, lo que significa que casi la mitad, el 48,8%, del total de beneficiarios de la Ley de la Dependencia en la región optan por ella.

Sin embargo, esa prestación «va a la baja», mientras suben los servicios considerados prioritarios en la ley, como la atención residencial, los centros de día y la ayuda a domicilio.

El tirón se ha centrado especialmente en los centros de día, un servicio que quedó casi en desuso cuando entró en vigor la ley y que hoy, sin embargo, cuenta ya con casi 900 usuarios con dependencia reconocida.

Y bajan, a pesar de que los sueldos suben, puesto que el Ministerio de Sanidad y Política Social acaba de aprobar las cuantías para 2010, que oscilan entre los 520,69 euros mensuales para el familiar que cuide de un pariente con el máximo grado, el III, y nivel, el 2, de dependencia, y los 300,90 euros, que cobra quien cuide de un pariente con el menor grado, II, y nivel, 1, de los que ahora mismo reconoce la Ley de la Dependencia.

Todos ellos reciben, además, 162,49 euros para pagar la cuota correspondiente al alta en la Seguridad Social del familiar asalariado.

El servicio es lo primero
La mayor inclinación de beneficiarios y familias a optar por los servicios también se ha traducido en un descenso en la litigiosidad entre los usuarios y el Principado.
Durante el año pasado, fueron muchas las familias que se negaron a firmar el Plan Individual de Atención (PIA), al entender que o el grado de dependencia no era el adecuado «o el servicio que los técnicos proponían no era el que ellos consideraban», aclara el director general de Prestaciones y Servicios Sociales.

Es decir, que preferían «cobrar por cuidarles en casa», cuando los técnicos «veían claro que, al beneficiario, lo que más falta le hacía era una atención profesional, incluso en su propia casa».

Esa lucha entre Administración y administrados llegó a su culmen con 150 PIAs paralizados el año pasado, cifra que ha disminuido un 40% para quedar, en la actualidad, en «90 expedientes para los que todavía no hemos podido alcanzar un acuerdo con el beneficiario que es, en definitiva, el que tiene la última palabra».

A pesar de ser cierta esa aseveración -que el dependiente es quien decide qué quiere y no la Administración-, la situación de indefensión que, en muchos casos, se encuentra el titular del PIA, ha llevado a las comunidades autónomas a poner ciertos límites a la ascendencia que la familia puede tener sobre él.

Así, desde el 1 de enero pasado, las personas que ya estuvieran utilizando un servicio antes de ser evaluados de su grado de dependencia no podrán dejar esa atención profesional para que un pariente les cuide en casa, «con lo que se ha puesto freno a muchas peticiones de ese tipo que tuvimos en 2009».

Tal y como publicó ayer EL COMERCIO, el objetivo de Bienestar es cerrar 2010 con todos los dependientes con derecho a una prestación disfrutando de ella. La cifra prevista son 18.000 personas y Rodríguez espera que, la mayoría, «estén disfrutando de un servicio».

Fuente : elcomerciodigital.com

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